gb unidos

Joaquín Hernández, nuevo secretario general, resume en 16 puntos la visión para los Grupos Bíblicos Unidos.

 

– Trabajamos partiendo de la oración y dependencia plena de Dios.

Dependemos totalmente de la ayuda y dirección de Dios en todos nuestros planes. Por esta razón debemos estar preparados para que él nos sorprenda y “cambie incluso lo que habíamos planificado”. Además de la oración y la dependencia plena al Señor, trabajamos con total entrega, compromiso, integridad, responsabilidad y disciplina.

 

– Mantener en alto que nuestra razón de ser es la evangelización.

Mientras que cualquier empresa comunica para existir, GB Unidos existe para comunicar. En este sentido, todo lo que hacemos debe ir encaminado a compartir el mensaje del evangelio.

 

– Comunicar de manera efectiva el mensaje de salvación.

Debemos esforzarnos en encontrar formas que nuestros compañeros escuchen y comprendan el mensaje del evangelio. Por ejemplo, si un misionero transcultural inglés se va a un pueblo remoto de China y hace el esfuerzo de conocer la lengua local. ¿No deberíamos hacer algo parecido en nuestro día a día? El apóstol Pablo hacía este ejercicio de adaptación según estuviese con un judío o con un griego, por amor a ellos y por la extensión del evangelio. Eso sí, sin comprometer nunca la esencia del mensaje.

Al mismo tiempo, debemos ser muy creativos en el modo en que compartimos el mensaje de salvación, así como en el uso de los canales y medios que conecten mejor con nuestros compañeros.

 

– Ser conscientes que llevamos un mensaje de esperanza.

La Universidad ha perdido sus raíces e influencia cristiana, siendo sustituida por un secularismo humanista, donde lo único que importa es la realidad física, el hedonismo y el progreso social, sin dejar espacio para Dios. Esto ha producido que hayan desaparecido las conversaciones sobre preguntas que eran habituales en otra época y que coinciden con las cuestiones más difíciles sobre la vida como: ¿de dónde viene la moralidad? o ¿la ciencia lo explica todo? o ¿qué sentido tiene el sufrimiento? Son preguntas que los estudiantes se hacen, pero no existe ningún espacio para responderlas y mucho menos para presentar a Jesús como la respuesta más sólida a todas ellas.

A la falta de respuestas, hay que añadir el desencanto que viven muchos ante la falta de expectativas de trabajo y por la corrupción política y, de prácticamente todas las instituciones. Esto en algunos produce cinismo, en otros el querer vivir el hoy sin importarles nada y, en otros, un deseo de que las cosas cambien, pues atisban que hay algo que no va bien, que las cosas no han de ser así.

En medio de todas estas reacciones, surge el reto y la oportunidad de presentar el mensaje del evangelio a la próxima generación de empresarios, jueces, políticos, maestros, científicos o médicos.

Tenemos la responsabilidad de responder a nuestros compañeros, al mismo tiempo que aprendemos a pensar bíblicamente sobre todos los temas que enfrentamos. Es decir, nos debemos comprometer a desarrollar una cosmovisión bíblica global. Debemos conectar con la universidad y el mundo laboral de forma constructiva y valiente, mostrando que es posible la integración de la fe, la vida y las disciplinas académicas y profesionales.

 

– Prepararnos y estar dispuestos a sufrir por nuestra fe.

La misión de GB Unidos es hacer discípulos de Jesús en el mundo estudiantil y profesional, por lo que nuestra gran prioridad es poder comunicar el evangelio en dos de las áreas de nuestra sociedad que son cada vez más hostiles al mismo: la universidad y el mundo laboral.

No solo en España, sino en Europa cada vez está más restringida la participación de personas con convicciones religiosas en el ámbito público y esto, cuanto menos, es preocupante. Existe un discurso a favor de la tolerancia y del pluralismo pero que en la práctica no es respetado. Es muy fácil identificar colectivos que toman la tolerancia por bandera, pero solo mientras nada de lo que hagas o digas choque con lo que creen, si no, de repente se convierten en los más intolerantes. Las palabras de Pablo a Timoteo también van por nosotros: “Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos” (2 Tim. 3:12)

 

– Buscar la excelencia en los estudios, en la profesión y en todas las áreas de la vida.

Comprender que todo lo que hacemos, lo hacemos como para el Señor” (Col. 3:23), debe afectar a la manera en que estudiamos y trabajamos. Dios, como Señor de todo, está interesado en todas las áreas de la vida y no solo en algunos aspectos de ella.

 

Reconocer que Dios nos da llamamientos y vocaciones específicas para la extensión de su reino.

En la Biblia vemos cómo Dios usa a personas muy diferentes, a través de llamamientos específicos y en contextos muy diversos. Un ejemplo son Esdras, Nehemías y Ester, tres libros consecutivos que presentan a tres personajes usados por Dios de tres formas muy distintas: Esdras como sacerdote (ámbito religioso), Nehemías como planificador de ciudades (ámbito civil) y Ester como reina (ámbito público y gubernamental). Hemos de interiorizar que todos tenemos un campo de misión al que el Señor nos envía y esto, nos hace crecer como discípulos de Jesús, al estar continuamente relacionando lo que aprendemos a partir del estudio de la Biblia con situaciones de nuestro día a día.

Por otro lado, debemos hacer nuestro el mensaje que Dios da a través de Jeremías: “busca el bienestar de la ciudad donde vivimos (o del campus donde estudiamos o de la oficina en la que trabajamos), y pedir al Señor por ella (Jer. 29:7).

 

– Comprometernos seriamente con la Palabra de Dios.

No hay forma de poder llevar a cabo la misión de Dios si no conocemos su Palabra. De hecho, si pensamos en una semana típica de cualquier estudiante o profesional: decisiones que se toman, conversaciones con los compañeros, etc., su fe se verá puesta a prueba de forma constante y tendrá que responder bíblicamente a cada una de esas situaciones.

Muchos de los valores de nuestra sociedad son contrarios a los de Cristo. Mientras Jesús nos llama a aprender mansedumbre y humildad, hoy se nos anima al orgullo y a la soberbia. Mientras Pablo nos llama a aprender contentamiento, hoy se nos incita a “ten todo lo que puedas”, a cualquier precio y ya. Como discípulos de Jesús, debemos llevar todo pensamiento cautivo a Cristo (2 Cor. 10:5).

 

– Desarrollar grupos y relaciones sólidas que nos ayuden al cumplimiento de la misión y a vivir como discípulos de Cristo.

En medio de una sociedad individualista, cada vez más dividida y en donde las personas se sienten cada vez más solas, la unidad de nuestros grupos es, en sí misma, un testimonio vivo de lo que Jesús hace. Por un lado, desde los núcleos, los grupos locales de GBE y GBU, hasta los grupos profesionales, se nos ofrece un marco único para el desarrollo de proyectos que solos no podríamos llevar a cabo. Y por otro, la oportunidad de recibir apoyo y consejo de otros que viven situaciones similares a las nuestras, poder orar juntos, compartir nuestros problemas y alegrías, así como dar cuentas de cómo van nuestras vidas. Todo esto supondrá un estímulo y un refuerzo en nuestro caminar con Jesús.

 

– Desarrollar voluntarios e involucrar a más personas de forma amplia.

Las necesidades de la obra son tan amplias, que mucho de lo que estamos haciendo sería imposible sin el trabajo de voluntarios que dan parte de su tiempo. El programa Doulos tiene una importancia crucial. Al mismo tiempo, otras figuras de voluntarios con perfiles muy diferentes son claves en Andamio, en la oficina de GB Unidos y en GBG. Para ello, es fundamental que sigamos definiendo necesidades y perfiles, así como programas de formación y líneas de supervisión y cuidado de los mismos.

 

– Desarrollar el liderazgo en todos los niveles de GB Unidos, así como las estructuras necesarias que permitan el desarrollo saludable de la obra.

Para seguir desarrollando y consolidando el desarrollo de GBE, GBU, GBG y Andamio necesitamos trabajar en la detección, en el fortalecimiento y en la formación de líderes, que tengan un impacto en la iglesia, en el mundo estudiantil y profesional y, en la sociedad.

No podemos perder de vista que la iniciativa y el liderazgo debe partir de los propios estudiantes y profesionales, acompañados y apoyados por los asesores o doulos.

 

– Mejorar las sinergias entre las diferentes secciones de GB Unidos y cuidar los procesos de transición desde el instituto a la universidad y desde la universidad al mundo profesional.

Los Grupos Bíblicos Unidos nos dan la oportunidad de trabajar con tres etapas de la vida que son muy significativas por el nivel de decisiones que se toman en cada una de ellas y las implicaciones que estas pueden tener. Esto nos permite trabajar de una forma coordinada, donde el liderazgo de cada sección no solo se ocupa de ella, sino que también piensa en cómo acoger a los que empiezan o en cómo despedir y enviar a los que acaban. Nuestros planes de trabajo cada vez deben ser más integrales y globales, de manera que faciliten las diferentes transiciones y fomenten la integración de los estudiantes y graduados. Trabajamos con el objetivo de hacer discípulos de Cristo para toda la vida, que sean embajadores en su lugar de estudio, de trabajo y en la sociedad.

 

– Ser cada vez más reconocidos por la iglesia.

Nos definimos como el brazo misionero de la Iglesia en el mundo estudiantil y profesional, de ahí que debemos seguir articulando un movimiento que esté plenamente integrado y al servicio de la iglesia, de forma que esta pueda aprovechar todas las oportunidades y recursos que tenemos.

Los estudiantes y profesionales deben buscar formas de desarrollar en sus iglesias locales todas las habilidades y conocimientos que han recibido, de forma que contribuyan al fortalecimiento de las mismas.

 

– Conseguir apoyo económico para cubrir todas las necesidades de la obra, especialmente la de todos los asesores y personal de oficina.

A través de una generosidad creciente tanto de estudiantes y graduados, como de iglesias y otras muchas personas, esperamos ver cubiertas todas las necesidades económicas que tenemos y que, en buena parte, quienes las asumen son los asesores. Trabajaremos para animar a que, en primer lugar, los que más han recibido y han sido más bendecidos a través del trabajo de GBU, puedan aportar económicamente para que otros también puedan serlo.

 

– Que Andamio continúe sirviendo a todo GB Unidos y a la iglesia de habla hispana.

El papel de Andamio como editorial cobra aún más importancia si cabe, después de todos los cambios que ha sufrido el sector de editoriales cristianas. La publicación de obras que vengan a apoyar el trabajo de GBE (Yam!), GBU (GBU Conecta) y GBG (Excelencia y trabajo) es fundamental. Además, series como Ágora, que ayuden a relacionar el mensaje de la Biblia con la cultura de nuestros días son prioritarias para una iglesia que busca formas de responder a los nuevos desafíos que enfrenta

 

– Cultivar las relaciones internacionales dentro de la familia de IFES.

Formar parte de una familia tan amplia como es IFES, nos da la oportunidad tanto de dar como recibir, de ser bendecidos como ser de bendición. No podemos olvidar nuestra responsabilidad con países más desfavorecidos y que al compartir una misma lengua nos hace mucho más fácil el ser de ayuda. América latina y Guinea Ecuatorial no deben estar solo en nuestros corazones, sino también en nuestra planificación.