Del 4 al 13 de agosto tuvo lugar en Ośrodek (Polonia) un campamento de formación de líderes estudiantiles –Student Leadership Formation– organizado por IFES Europa. IFES, cuyas siglas significan International Fellowship of Evangelical Students, es el nombre internacional de lo que en España conocemos como Grupos Bíblicos Universitarios. Marta Salguero, estudiante de GBU, ha participado en este campamento y nos cuenta su experiencia.
Fue una gran oportunidad y privilegio estar allí, ya que es un encuentro bienal y solo pueden ir cuatro líderes de cada país. De España, fuimos cuatro jóvenes: Daniel, graduado en Bioquímica en Madrid; Arnau, estudiante de Traducción en Barcelona; Lidia, estudiante de Historia en Zaragoza; y yo, Marta, estudiante de Matemáticas en Barcelona. Además, allí coincidimos con Alba Nadal, una española que está involucrada en IFES en Irlanda del Norte. Bajo el lema Called to Lead, nos juntamos 140 personas (entre estudiantes y personal) de unos 40 países, mayoritariamente europeos.
Fue un tiempo estupendo. Las instalaciones eran muy variadas y de muy buena calidad, los jóvenes eran muy majos y abiertos, y las enseñanzas y la alabanza fueron muy edificantes y retadoras. Nos basamos en la vida de Moisés y aprendimos mogollón de cosas. Desde mi punto de vista, más que un contenido nuevo, fue sobretodo refrescante. Tuvimos estudios bíblicos todos juntos, reflexión y actividades en grupos pequeños (para poder compartir con más libertad y poner en práctica cosas aprendidas) y tiempos de soledad para estar con Dios.
Estaba todo muy bien organizado y planificado, tanto los estudios bíblicos como las actividades. Empezamos considerando a Dios como soberano y sustentador de la historia del mundo y de su pueblo. En particular, también de nuestra historia, de modo que estuvimos meditando en los puntos de inflexión de nuestra vida y en nuestros puntos fuertes. Después hablamos de nuestra identidad y propósito, tanto general como concreto. Estudiamos también acerca del trabajo en equipo y lo hemos puesto en práctica en varias actividades. Vimos que en la vida cristiana son muy importantes la perseverancia y la fortaleza. Uno de los últimos días tuvimos cuatro horas y media de soledad para descansar, pensar e ir asimilando todo lo que Dios nos estaba enseñando. Además, hablamos de lo importante que es pasar bien el testigo a otros que nos vayan a sustituir en el ministerio. Y finalmente destacamos la importancia de tener una buena y viva relación con Dios en el desarrollo de nuestro ministerio.
Todos salimos muy impactados. Sin duda, no volvimos a casa vacíos. Ahora estamos mejor preparados para afrontar el nuevo curso, en el que intentaremos aplicar todo lo aprendido para ayudar a extender el reino de Dios en calidad y cantidad en la universidad. Yo destacaría tres cosas que el Señor me habló especialmente. En primer lugar, Dios es soberano y bueno en todo tiempo, y esto debería ser fuente de paz para nosotros. En segundo lugar, el trabajo en equipo es muy importante porque Dios nos ha diseñado como seres sociales y porque la tarea que tenemos por delante es tan grande que solos no podemos cumplirla. Finalmente, citando al profeta, “El gozo del Señor es nuestra fuerza” (Nehemías 8:10); debemos buscar cada día disfrutar de estar en intimidad con el Señor, pues este debería ser nuestro motor diario.
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