Marco de Trabajo de los Grupos Bíblicos Unidos
El marco de trabajo de los Grupos Bíblicos Unidos nos sirve como hoja de ruta. Nos ayuda a identificar en qué cosas estamos haciendo más énfasis y cuáles tal vez están siendo menos atendidas y requieren más atención. Nos sirve para buscar equilibrios saludables y evitar quedarnos en nuestras propias zonas de confort. Os animamos a tenerlo siempre a mano, que sea una herramienta útil a la hora de planificar y evaluar lo que estáis haciendo ya sea como grupo de estudiantes o de profesionales, e incluso, que os sirva para una autoevaluación personal.
Como GB Unidos, nuestra visión es “Ser y hacer discípulos de Jesús en el mundo estudiantil y profesional”. Entender que somos discípulos que pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en los institutos, universidades y lugares de trabajo, nos lleva a hacer discípulos en esos ámbitos.
El conocido texto de Mateo 28, nos presenta de forma unificada conceptos como misión, evangelización y discipulado:
Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaban. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:
―Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado. Y os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.
No podemos perder de vista nuestro llamado a ser discípulos para lo que hacemos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, independientemente de la edad que tengamos, de lo que hagamos en donde Dios nos ha puesto y de la influencia que podamos tener. Como estudiantes debemos entender que cuando estamos escogiendo asignaturas entre las diferentes opciones que se ofrecen, estamos cumpliendo con el llamamiento de Dios para nuestras vidas. Como profesionales debemos ver nuestros trabajos, como una oportunidad de traer el shalom, el bien, la paz y la prosperidad a esos lugares, a nuestras ciudades y países, entendiéndolos como parte de la misión de Dios y de su participación en la renovación de todas las cosas.
No podemos caer en el error de pensar en que somos muy poquita cosa como para vivir toda nuestra vida para Cristo y, que no asumamos el reto de hacer nuevos discípulos en nuestra Judea, en nuestra Samaria y hasta lo último de la tierra. No podemos esperar a ser algún tipo de superhombre o supermujer que nos haga más efectivos en la misión. De hecho, en estos versículos de Mateo, hay una cláusula que solemos pasar por alto: “Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron, pero algunos dudaban”. ¿Cómo es posible que algunos duden si han convivido 3 años con Jesús, si lo han visto predicar, sanar, alimentar, morir y resucitar? ¿Cómo es posible que nosotros mismos, con todo lo que hemos visto y conocido dudemos? Pues así somos y aun así, Jesús nos llama a ser y a hacer discípulos, prometiéndonos además que: “Y os aseguro que estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo”.
Mira y descarga aquí el Marco de Trabajo de los Grupos Bíblicos Unidos.