El pasado miércoles 27 de abril, se celebró en el paraninfo Luis Arroyo de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real un debate bajo el título «¿Necesitamos a Dios?». En el acto, organizado por el núcleo de GBU en Ciudad Real la Fundación Pontea, GBE y con la colaboración de la pastoral universitaria de Ciudad Real, participaron, de un lado, Gerson Mercadal y Josué Moreno, ingenieros ambos de formación y comunicadores en la Fundación Pontea; y del otro, Rocío Vidal, periodista y divulgadora científica, e Ignacio Crespo, médico y divulgador. El debate fue moderado por Enric F. Gel, filósofo y youtuber.
El debate, al que asistieron alrededor de 500 personas, se estructuró en dos ejes fundamentales: el primero abordó la pregunta de si necesitamos a Dios para explicar el universo, mientras que el segundo reflexionó sobre si necesitamos a Dios para vivir nuestras vidas.
En la primera mitad, la conversación giró en torno a dos ideas que Gerson y Josué presentaron como argumento de que necesitamos a Dios para explicar el mundo: el ajuste fino del universo y la existencia de la moralidad en el ser humano.
Si bien Rocío e Ignacio discrepaban con ambos argumentos, presentaron dos ideas muy interesantes desde un punto de vista cristiano. Ignacio apuntó que algunos estudios sugieren que si se cambiasen aleatoriamente todas las constantes del universo, se obtendría un resultado muy similar al universo en el que vivimos1. Rocío defendió que existen indicios de moralidad en otros seres vivos distintos del ser humano2. Además de esto, se habló de cómo un Dios bueno puede permitir el sufrimiento o no manifestarse de forma más clara.
En la segunda mitad del debate, Rocío e Ignacio expusieron tres argumentos en contra de la necesidad de Dios: consideran la fe como una infancia autoimpuesta que evita el avance del pensamiento, y como una muleta sentimental; además apuntaron que no parece haber diferencia en el comportamiento ético entre creyentes y ateos.
Por su parte, Gerson y Josué argumentaron que también el ateísmo puede funcionar como muleta, tanto sentimental como intelectual; y reconocieron que en muchas ocasiones los creyentes no han sido un buen reflejo de aquello en lo que creen. Ambos bandos coincidieron en dos puntos: los humanos no somos únicamente seres racionales, y el mundo sería un lugar mejor si todos aplicásemos las palabras de Jesús.
El debate se desarrolló en un muy buen tono, predominando en todo momento el respeto y el interés por escuchar a los demás; y estuvo bien moderado por Enric. Gran parte de los asistentes se quedaron al acabar la charla, acercándose a conocer a los ponentes, y reflexionando sobre los temas tratados.
El evento concluyó con un minuto final de cada participante. La última intervención le correspondió a Ignacio Crespo, quien invitó a todos los presentes a “usar la razón para desentrañar qué hay allí afuera, porque es más grande que nosotros”. Esta invitación es la misma que motivó la organización del debate, y es la misma que extienden los grupos de GBU en cada campus.
Notas al pie:
1 Algunos investigadores cristianos, como el paleontólogo Simon Conway Morris, defienden que el hecho de que el universo parezca conducir inevitablemente a la vida apunta a la existencia de Dios.
2 Algunos investigadores cristianos, como la filósofa Sarah Coakley, argumentan que esto de hecho apunta a la existencia de Dios.
Artículo de Daniel Fernández.
Fotos: Fundación Pontea y Elsa Otero