«Somos una ciudad en lo alto de un monte y no podemos escondernos».

 

El Verano GBU, en esta edición, tenía como título «Inalcanzable. Su reino aquí». Desde el 22 al 29 de julio, estudiantes de todo el país se han reunido en Priego de Córdoba para compartir, aprender, renovar fuerzas y visión. Ruth Medina, estudiante de Cádiz que ha participado en este encuentro nos cuenta su experiencia.

 

Verano GBU es la semana esperada del verano para parar, reflexionar y aprender. Este ha sido el segundo año que he podido asistir y ha sido una experiencia irrepetible. Es un tiempo en el que convivimos estudiantes de toda España y podemos compartir las experiencias vividas durante el curso y recargar pilas y tomar ideas para el curso que comienza.

En esta semana hemos podido ser partícipes, guiados por Alex Sampedro, del mismísimo Sermón del Monte. Juntos, hemos descubierto la propuesta de Jesús para su reino en el que todo se resume a amar a Dios y a tu prójimo como a ti mismo. Como gbusitos creo que todos hemos salido con la idea de darle uso a la capacidad que nos ha dado Dios de ser luz del mundo.

Los tiempos de silencio han sido enriquecedores a la hora de tomar un tiempo a solas con el Señor y contarle todas nuestras inquietudes, orar por la semilla sembrada en las exposiciones bíblicas e intimar un poco más con Dios. Los grupos pequeños también fueron claves en este aspecto porque hemos tenido la oportunidad de conocer a personas que a lo mejor no pertenecen al grupo con el que vienes a la vez que profundizábamos más en el texto que se había hablado en la exposición bíblica y nos planteábamos cuestiones entre nosotros que han servido para autoexaminarnos.

En cuanto al resto del evento con los talleres, veladas… se ha visto el enorme trabajo que realizan todas las personas que hay detrás de todo esto, tanto el equipo de asesores y doulos como el comité estudiantil y los encargados del lugar donde estábamos. Todas estas personas han hecho que el tiempo vivido durante esta semana haya sido inolvidable.

El tiempo de asamblea es una forma de ver la situación que tienen otros grupos, alegrarnos de las actividades que realizan y por otro lado intercambiarnos los motivos de oración a la vez que tomamos decisiones que nos repercuten a todos. Algo muy positivo que me llevo de toda esta semana es el hecho de que hemos estado constantemente orando de forma recíproca y preocupándonos los unos por los otros.

Sin duda me voy de este campamento con ganas de empezar de nuevo el curso y poner en práctica todo lo aprendido, renovada y con una visión y misión clara: buscar SU voluntad y ser luz allí donde Él me ha puesto, porque somos una ciudad en lo alto de un monte y no podemos escondernos.