Gracias Dios, gracias Dorcas

 

Dorcas González cierra su etapa con gbu después de habernos acompañado gran parte del camino del movimiento estudiantil en España.

Ha trabajando para los estudiantes desde enero de 2003, hasta ahora; sirviendo 10 años como obrera de campo en la región Catalunya-Aragón (inialmente solo Catalunya), y 10 años en la Coordinación Nacional, además de asumir responsabilidades nacionales e internacionales, participando en algunos proyectos de IFES tanto en Europa como en otros lugares. Esta labor, la ha combinado con el de traductora, primero para la Colección Teológica Contemporánea de CLIE y la Biblioteca Teológica de Vida, y luego para Fundación Pontea y Andamio Editorial.

Hemos tenido la oportunidad de hablar con ella sobre algunas historias y aprendizajes de estos 20 años, pero también conversamos sobre sus planes más próximos, ahora que se abre una nueva área de ministerio para ella.

 

¿Qué cambios has notado en la universidad desde que empezaste hasta ahora?

Destacaría dos cosas. En primer lugar, cuando hacíamos una actividad en el campus y te acercabas a la gente, antes había más sospecha tipo “¿Y estos quiénes serán? Mejor paso de largo”; o más ataque tipo “¡No deberían dejaros estar aquí!”. Con esto no quiero decir que hoy no haya rechazo (que lo hay, junto a retos que antes no teníamos), pero definitivamente hay más curiosidad y menos temor a escuchar.

En segundo lugar, los estudiantes de hoy están mucho más perdidos que décadas atrás. O, al menos, son más conscientes y están más dispuestos a hablar de ello. Ahora mismo estoy leyendo Uncover (El Evangelio de Juan) con dos estudiantes, y cuando les hice la pregunta de qué le pedirían a ese Jesús que estamos conociendo, dijeron al instante: “Yo muchas veces me siento perdida. Le pediría que me guíe” y “A mí me cuesta saber qué quiero. Le pediría que me ayude a conocerme mejor”.

 

gracias Dios, gracias Dorcas

 

¿Qué es lo que más te ha animado para servir durante tantos años en GBU?

Saber y experimentar que mi vida tiene un propósito eterno —que ahora se concreta en “la tarea de contarles a otros la Buena Noticia acerca de la maravillosa gracia de Dios” (Hch. 20:24); y saber que mi “trabajo en el Señor no es en vano” (1 Co 15:58). También, servir en equipo. Además de poder llegar a donde no hubiera llegado sola, Dios también lo ha usado para ir puliendo mi autosuficiencia y demás “manchas” (cosa que no siempre apetece, ¡pero es un proceso sanador y liberador!).  

 

La evangelización es un tema que te apasiona. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere compartir su fe pero le es difícil?

Primero, que esté cerca de Jesús y su Palabra (Jn. 15:1-5). Constantemente. Segundo, que le pida a Jesús que le ayude a ver a las personas como él las ve (Mt. 9:36, Mr. 10:22, Lc. 19:41-42, Jn. 13:1, 5). Constantemente. Tercero, que le pida oportunidades (Col. 4:2-4). Constantemente. Cuarto, si ha pedido y Dios no ha puesto una oportunidad, que siga viviendo para Él (Ro. 12, 1 Ti. 2:21) y descansando en que Él siempre está obrando en lo oculto y que su misericordia es más grande de lo que podemos comprender (Mr. 4:26ss, Jn. 3:8; Ro. 10:20). Cuarto, que se prepare: que reflexione sobre cómo el evangelio responde a las preguntas, anhelos y situaciones de las personas que le rodean (1 P. 3:15-16). Todo esto lo digo porque a veces empezamos por el final, preparándonos… y nos olvidamos de que todo lo demás no solo es importante, sino esencial.

 

¿Algún consejo que te hayan dado y que puedas compartir?

“No vayas sola. Ni más rápido que aquellos con quienes caminas”. Son principios básicos del discipulado… pero a veces los olvidamos. En más de una ocasión había tirado yo sola de cosas, antes de que los estudiantes ‘pillaran la idea’, ‘hicieran suya la iniciativa’… Pero de ese modo, aunque puede que las actividades vayan adelante, el fruto no es duradero.  

 

¿Hay algún momento que guardes con especial cariño?

Se hace difícil escoger uno… Siempre me ha emocionado ver a los estudiantes orando por la misión, por sus compañeros… Una Semana Santa, un buen grupo fuimos en autocar desde España a la Conferencia Europea de Evangelización que ese año se hizo en Hungría. Los estudiantes habían sacado una camiseta con el objetivo de sacar fondos para costear sus actividades en el campus —por delante ponía “Imagine there’s no heaven, John Lennon”, y por detrás, “Imagina que sí lo hay, GBU”. Sin pedir permiso a la organización (simplemente porque no se les ocurrió…), llevaron cientos de ellas y se pusieron a venderlas cual mercadillo ambulante. Obviando la regañina que nos llevamos (porque claro, la propia conferencia tenía su propio merchandising), tengo el siguiente recuerdo: estar al final de la sala principal, viendo las espaldas de unos 2000 estudiantes, la mayoría de ellos con la frase “Imagina que sí lo hay, GBU”.

Además de sonreír pensado “Anda que… al final habéis logrado lo que queríais”, emocionada, oré: “¡Señor, cuánto potencial para que tu reino se extienda! ¡Que no sea la emoción del momento, que su compromiso contigo sea firme!”. Y con el paso de los años he podido ver a muchos de los que estaban allí (y a tantos otros) sirviendo en sus iglesias, formando familias con Dios en el centro, siendo luz en los lugares donde Dios les pone, buscando primeramente el reino de Dios y su justicia… Por eso, se hace difícil escoger un momento.

 

Gracias Dios, gracias Dorcas

 

Se cierra una etapa ministerial, pero comienza otra. ¿Cuáles serán tus próximos pasos?

Si, después de unos 20 años y con la convicción de que la etapa de servicio con GBUniversidad llegaba a su fin, empecé a preguntarme y preguntar a Dios cuál sería el siguiente paso. Y a partir de septiembre voy a estar sirviendo en mi iglesia a medio tiempo en el área de misión, y a tiempo parcial en Andamio —traduciendo libros relacionados con la cultura, la apologética y la evangelización, y también de la serie Andamio Kids. No tengo espacio aquí, pero estoy muy ilusionada por cómo Dios ha ido guiándolo todo, ¡y por poder usar mis dones y la experiencia de todos estos años, ahora en mi contexto local!

 

¿Cómo podemos orar por ti?

Empiezo esta nueva etapa más consciente que nunca de que necesito al Señor (su guía, sus fuerzas, su sabiduría, su amor…). La Iglesia de Castelldefels, con el proyecto del Restaurante Solidario Imperfect y todas las oportunidades que surgen de servicio en la ciudad, es una iglesia muy activa. Es muy fácil llenarse en seguida de “buenas cosas para hacer”. Que el Señor me ayude y nos ayude a centrarnos en lo que Él quiere para nosotros en cada momento. Por otro lado, intentar traducir fielmente y lograr que el resultado sea agradable de leer, siempre es un reto. ¡Que Dios me dé en cada momento la capacidad necesaria!