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Entrevista a Francisco Mira, uno de los organizadores de GBG 2015.

¿Cuál es el objetivo de un encuentro como GBG?
El objetivo de GBG se puede resumir en cuatro puntos: Compartir la Visión de que nuestro lugar de trabajo es nuestro lugar de Misión. Reflexionar juntos en lo que significa vivir y aportar Esperanza en el ámbito donde Dios nos ha puesto.
Involucrar a nuevos graduados y profesionales en este movimiento de ser “sal y luz” en el mundo profesional. Conocer y compartir con hermanos que comparten nuestro ámbito profesional.

Este año, el encuentro gira entorno al tema «El evangelio. Esperanza para un mundo roto» ¿por qué se ha decidido abordar esta temática?
Vivimos en un mundo roto, caído, esa realidad debe pasar de ser un concepto teológico a ser una convicción real y cuyas consecuencias experimentamos día a día. Es una de las necesidades y realidades más constatables en la sociedad española y europea hoy: nos envuelve una gran desesperanza. Los cristianos en el ámbito profesional debemos aportar, compartir Esperanza, conocemos la fuente de esta, y es clave comunicarla de forma viva y significativa.

Y ¿por qué crees que es necesario un encuentro de estas características?

Si GBG no existiese habría que crearlo. ¿Por qué? Porque necesitamos encontrar un espacio donde recuperar y crecer en la visión bíblica del Trabajo. Necesitamos conocer, contactar y trabajar en proyectos comunes con graduados y profesionales del mismo ámbito profesional: los Grupos Profesionales.
Es importante animar y acompañar a los recién graduados a prepararse para hacer una buena transición al mundo del trabajo.

¿Qué esperas de GBG 2015?

Espero escuchar la voz de Dios a través de su Palabra principalmente.
Que el Señor pueda “pastorearnos” a través del programa, de la comunión, conforme a las necesidades de cada hermano que participa.
Motivación e inspiración para que nuestro lugar de trabajo sea considerado cada vez de forma más consistente: nuestro lugar en la Misión de Dios.
Un impulso más para este movimiento de graduados y profesionales, para ser “sal y luz”.