En nuestro día a día, con las presiones que nos encontramos en el mundo laboral no siempre es fácil ser discípulos en el lugar en el que nos encontramos.
Queremos seguir conociendo a distintos profesionales que comparten la visión de brillar en el contexto en el que Dios les ha puesto. Hoy estamos con Sara Ares, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en un centro de salud en Madrid e involucrada con la Unión Médica Evangélica (UME)
¿Qué cosas te alegran y que cosas te entristecen?
Me alegra poder ayudar a las personas, intentar resolver los problemas que tienen y acompañarles en el proceso. Es un privilegio poder escuchar a tantas personas con sus retos y sus dificultades e intentar dar respuesta a los problemas que enfrentan.
Me entristece el poco tiempo que dedica el sistema al paciente, en mi consulta tengo 7 minutos por paciente. ¿Cuánto vale la salud de una persona?, ¿7 minutos? Personalmente no creo que el tiempo dedicado a los problemas de salud de los pacientes se pueda reducir a 7 minutos, dar una atención centrada en el paciente y en su persona no se puede hacer correctamente en un tiempo tan limitado. Por otra parte, me entristece las largas listas de espera y el escaso cuidado que se presta al personal sanitario con condiciones laborales precarias y de sobrecarga.
¿Qué oportunidades y desafíos afrontas en tu lugar de trabajo?
Mi trabajo conlleva el conocer las inquietudes que tienen las personas, el hecho de abordar lo que comparten no solo desde un punto de vista físico sino englobar el aspecto psicológico, social y espiritual de la persona es una oportunidad.
Nunca sabes lo que han pasado ni en qué punto de su vida están; por lo que ser sensible para hacer las preguntas adecuadas y estar dispuesto a escuchar de una forma abierta abre la puerta a muy buenas conversaciones que muchas veces se mantienen a lo largo del tiempo.
Por otra parte también creo que tengo muchas oportunidades para hacer el bien a mis pacientes, para intentar facilitar la atención que les presto y para orientarles en como o donde deben hacer ciertos trámites. A veces el sistema sanitario puede ser muy hostil para el paciente y sentirse estos “ perdidos”, por lo que explicarles qué esperar y donde pueden ayudarle a resolver su situación si no es de mi competencia, es importante.
Uno de los mayores desafíos es no dejarme llevar por la crítica o el cinismo, es fácil quedarse con solo criticar y ver los aspectos negativos del trabajo pero creo que como cristiana, debo ir más allá de la crítica e intentar mejorar las cosas donde estoy, mejorar la atención que recibe el paciente, luchar por resolver las situaciones injustas que conozco y cuando las cosas no funcionan bien, usar los cauces pertinentes para señalar la situación y buscar solucionarla.
¿Qué sientes que Dios está haciendo allí?
Creo que sobre todo Dios trata con mi carácter, muchas veces Dios me muestra aspectos de mi vida o de la vida de otros en los que no había pensado. Si solo veo las cosas desde mi prisma, me es fácil dar respuestas simplistas y poco adecuadas. Cuando entiendo que las personas vienen de contextos diferentes al mío con bagajes y experiencias que condicionan su situación actual, es mucho más fácil mostrar empatía y respeto.
Por otra parte también veo como Dios ha respondido a muchas oraciones que hemos hecho con el grupo de graduados (UME), oraciones por el sistema sanitario, por nuestro lugar de trabajo o por las personas con las que tratamos.
¿Cómo podemos orar por ti?
Creo que la oración es importante para poder enfocar cada día sabiendo que las fuerzas no son nuestras sino que vienen del Señor, necesito orar por tener compasión por los pacientes, por ver a la persona con sus necesidades más allá de la demanda que tengan y por poder dar una respuesta sazonada y con gracia a cada persona que trato en el trabajo.
Gracias Sara por dejarnos acercarnos a tu trabajo y conocer tus luchas, oportunidades y retos.
Si quieres seguir leyendo historias como estas puedes visitar el lugar de trabajo de Puri Castellanos (una maestra de Educación Primaria), Jonathan Secanella (coach y formador de empresas) o Stoian Markov (administrador de una empresa de maquinaria)