GBG 2019

 

Nos gusta mucho conocer lo que uno se lleva de un encuentro como GBG. Marta Salguero, hoy nos comparte las 5 cosas que más se van con ella después de este encuentro. 

  • Gracias a la primera exposición bíblica, recordé que Dios está al control de todo, incluso cuando todo a nuestro alrededor parece un caos. Lo sabemos y es fácil decirlo, pero justo después de GBG, Dios me ha puesto a prueba en esta línea. Hay muchas cosas que están fuera de nuestro control, tanto en nuestra vida como en nuestra sociedad, y tenemos que aprender a vivir confiados en un Dios soberano que nos ama y quiere lo mejor para nuestras vidas. También tenemos que aprender a verlo como una oportunidad para ser luz en medio del pecado, de la incertidumbre, del dolor… ya que nosotros tenemos una esperanza viva.

 

  • Gracias al seminario sobre el descanso, aprendí algunos consejos prácticos muy útiles para descansar y recuperar el sentido bíblico del trabajo. Personalmente, Dios siguió hablándome (como lleva haciendo ya un tiempo) de la importancia de aprender a decir NO sin sentirme culpable, de aprender a reconocer con gozo mis límites y de aprender a establecer pautas sanas en las relaciones para tener tiempos de calidad.

 

  • Gracias a la plenaria del consumismo, entendí mejor la raíz del problema y algunas pautas saludables para combatirlo. Me impactó especialmente cómo el consumismo ha afectado nuestra relación con Dios: buscamos a Dios para satisfacer nuestras necesidades y no para ser transformados. Qué gran verdad y qué gran peligro. Es muy importante que revisemos cómo se materializa esto en nuestras oraciones, canciones, predicaciones, etc.

 

  • Gracias a la segunda exposición bíblica, recordé que lo más importante no es nuestra seguridad personal (que es lo que solemos pedir a Dios), sino la verdad y la fidelidad. Cuando los amigos de Daniel fueron presionados para adorar la estatua de oro del rey Nabucodonosor, sabían que negarse a hacerlo supondría ser quemados en un horno de fuego, es decir, la muerte. Como sabemos el final de la historia, no la leemos con esta intensidad, pero realmente es dramático. Nosotros, con mucha menos presión, podemos llegar a ser muy hipócritas con tal de no poner en riesgo nuestra reputación, nuestras amistades, nuestro trabajo… Dios no les reveló su voluntad como ocurre en otras ocasiones en la Biblia. No les prometió salvarlos. Realmente no sabían qué iba a pasar. Pero conocían personalmente a Dios y sí sabían que merecía la pena confiar en él, independientemente del resultado. Confiaban en que Dios haría su soberana voluntad y sería glorificado. Lo que Dios pedía de ellos era la fidelidad a él. Es una gran lección para nosotros.

 

  • Gracias a la plenaria de la migración, conocí mejor la base bíblica en cuanto a este asunto. Me sorprendió lo mucho que la Biblia habla del tema y lo clara y práctica que es. Sigo teniendo preguntas en cuanto a cómo aplicar estos principios y dónde poner los límites. Pero, en realidad, esto pasa con casi todo en la vida. Dios quiere que le busquemos para saber lo que está pidiendo de nosotros en cada área. Nos llevamos el reto de seguir viendo cómo ser luz y bendición a estas personas que han dejado su tierra y ahora conviven con nosotros.